El Club de Debates del Círculo de Economía celebró ayer un interesante encuentro entre diferentes expertos en el sector del agua, y ante unas 100 personas, en el que se debatieron las posibles soluciones sostenibles que tiene el déficit hídrico de la Región de Murcia.
La mesa de debate estaba formada por Francisco Cabezas, Director General de la Fundación Instituto Euromediterráneo del Agua y Coordinador del Pacto Regional del Agua; Andrés del Campo, Presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes; Antonio Gil Olcina, Catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante; Domingo Zarzo. Presidente de la Asociación Española para la Desalación y la Reutilización y Juan Jódar, Ingeniero de Caminos y ex Director General de Aguas de la Cuenca del Segura. La moderación de este debate corrió a cargo de Manuel Buitrago, Jefe de Área del Diario La Verdad de Murcia.
Entre los asistentes a la jornada se encontraba el Consejero de Agricultura y Agua de la Región, Francisco Jódar, el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, diputados regionales de todas las formaciones políticas, el Director General de Agua de la Región, Miguel Ángel del Amor, así como representantes de asociaciones y empresas de toda la Región.
La jornada comenzó con la intervención de Bruno Dureux, Presidente del Círculo de Economía, que quiso remarcar que el objetivo de este tipo de actos no es otro que “poner encima de la mesa un debate profesional, objetivo, sin intereses ni políticos ni ideológicos, y con personas con un conocimiento técnico profundo”. Tras su intervención, Gerardo Cuartero, Director de Área de Caixabank en Murcia, y principal patrocinador de este Club de Debates señaló el importante papel de la Obra Social de La Caixa que destina más de 500 millones de euros cada año a proyectos sociales y la gran implantación que tiene esta entidad en nuestra región, destacando en este caso, el apoyo a la difusión del conocimiento para contribuir a resolver los problemas de todos los sectores de la sociedad murciana.
Francisco Cabezas abrió el debate destacando que la falta de agua actual en nuestra región es un problema físico ya que cada mes se bate el record de sequía en la cabecera tanto del Segura como del Tajo y que hay que reaccionar a través de la innovación en el tratamiento del agua, señaló que “estamos ante un cambio estructural, hidrológico. Tenemos que ser imaginativos y plantear soluciones y reformas legislativas pero siempre desde un punto de vista proactivo”.
A continuación, Andrés del Campo quiso exponer que una de las demandas principales ha de ser la modernización, ya que actualmente no se persigue el interés general sino el local en temas de regadío, y mostró su preocupación por “la contaminación política del agua”, pidiendo, a quien corresponda, que se regule legalmente la cesión temporal del agua en tiempos de sequía ya que es un aspecto fundamental para mitigar situaciones como la actual. Además destacó que si tenemos que aumentar nuestra productividad un 40% antes de 2030, tal y como reclama la FAO, el futuro es el cultivo de regadío ya que produce seis veces más que el de secano.
Acto seguido, Antonio Gil Olcina habló de que este patrón de sequía está condicionado por el clima ya que las presiones tropicales que llegan al Atlántico norte hacen de escudo para que no entren borrascas en la península. Respecto al suministro del agua quiso señalar que la desalación no se puede convertir en la fuente principal de suministro y abogó por retomar los trasvases entre cuencas para paliar la situación.
Posteriormente, tomó la palabra Domingo Zarzo, que comenzó su intervención reclamando una reducción del precio de la energía para la desalación ya que hay que ajustar costes para que las desaladoras puedan funcionar correctamente ya que, afirmó, “es una pena que haya desaladoras paradas con esta sequía”. También quiso remarcar que la tecnología de desalación en España no tiene nada que envidiar a ninguna otra del mundo, ya que, como ejemplo, en el resto del mundo no más de un 3% de agua desalada se usa para la agricultura, y en España está en torno a un 22%.
Por último, Juan Jódar quiso hace hincapié en la disyuntiva existente actualmente entre regadíos tradicionales y regadíos modernos ya que la diferencia de precio del agua es muy elevada, para finalmente, concluir que no podemos exigir que venga el agua de un sitio u otro, sino “de donde se pueda”, si bien la experiencia dice que” la solución son las desembocaduras de los ríos y no las cabeceras, por eso, el trasvase del Ebro era una gran opción”.
A la conclusión de todas las intervenciones se abrió un amplio debate entre los asistentes con diferentes preguntas a todos los intervinientes de la mesa acerca de temas como el Pacto Nacional del Agua, la comparación con otros países, la posibilidad de realización de nuevos trasvases etc.